viernes, 5 de septiembre de 2008

Me mudé para acá.

Misma frecuencia, menos drama para mí y post de otras cosas entre cada artículo.

Gracias, gracias.

viernes, 29 de agosto de 2008

Ya estoy de vuelta

Sólo me falta afilar otro poco el colmillo. ¿Carne? Sobra. ¿Ganas? Se reponen, se reponen. Pronto, el zombie andará de nuevo. Hazte a un lado, Lázaro. A ti te falta funk y te sobra autoestima.

martes, 8 de julio de 2008

Este su blog se va de vacaciones tres semanas.
Te veo en agosto.
Te dejo tres caricaturas adecuadas a esta época de recesión, una por cada post que no hice.

1.-
Ahí, ahí está de nuevo: la mano invisible del mercado pintándonos mocos.

2.-


3.-
Convoqué a esta reunión familiar para anunciar que, debido a la inflación, tendré que dejar ir a dos de ustedes.

viernes, 4 de julio de 2008

Post muy optimista y lleno de esperanza: ¡el tema de plática para el domingo familar!

El mundo se va a acabar. Aquí lo dice.
Hasta hace poco tiempo, a nadie se le había ocurrido buscar asteroides cerca de la tierra: de esos suficientemente grandes para destruir una ciudad, en el mejor caso; un país, en el intermedio; o la vida dominante en el planeta, en el peor caso para nosotros y el mejor para las cucarachas.
La NASA se resistía a buscar asteroides cercanos a la Tierra, hasta que cedió a la insistencia de algunos científicos renegados. Lo que pasó después se ve en esta gráfica:


En cuanto se les ocurrió buscar, encontraron. Muchísimos. Y como no han dejado de buscar, el número sigue creciendo; rápidamente.

La buena noticia, :)
Los rojos, como 750, son planet killers (buen nombre para banda de metal, por cierto). Haz de cuenta que eres un tiranosaurio (o un braquiosaurio, depende de tu humor y de con cuántas tortas de tamal hayas acompañado tu atole matutino) y la Tierra es hoy hace 65 millones de años.
Si uno de esos cae y te enteras con suficiente antelación, lo mejor que puedes hacer es viajar hacia el lugar del impacto. Así garantizas una muerte instantánea (¿algún físico o ingeniero sabe cuánto tarda un ser humano en evaporarse a 4000° C?) y seguramente un espectáculo precioso.
Si lo tuyo es lo darkie, vete al lado contrario a la explosión. Te espera un invierno nuclear, la lenta extinción de casi toda la vida animal y vegetal y, si el asteroide cae en una zona con cierta composición geológica, puede llover ácido. Sulfúrico, por ejemplo. En ese caso, que tu paraguas mejor no sea de los de a veinte varos. ¿Singing in the rain? Si quieres, pero acabarás sonando como Danny Filth en un mal día.

La mala noticia, :(
30 de junio no se olvida. Los planet killers son la menor de nuestras preocupaciones. Los más o menos 4250 objetos restantes no alcanzan a destruir toda la tierra, pero sí un país pequeño o una ciudad o... depende de la suerte. Son muchísimos. No son tan grandes como para que la NASA los descubra todos y pueda rastrearlos con anticipación; quizá en este momento algún meteoro no registrado se dirige a una ciudad cuyos habitantes comen y trabajan y ven la tele y cogen taaan tranquilos; como no lo harán mañana, cuando sean reducidos a polvo de estrellas. Cuando digo "una ciudad", incluyo por supuesto la tuya y la mía.

La noticia de espectáculos, :o
¿Viste Armageddon? ¿Viste Impacto Profundo? ¿Tengo que decirte que lo que hacen ahí son mamadas?
...
Ah, menos mal.
Porque preparar una expedición hacia un asteroide no-es-enchílame-otra, es crear la tecnología capaz de ir a destruirlo o desviarlo, entrenar a la gente, conseguir el apoyo internacional... un desmadre que no se resuelve en lo que Bruce Willis se faja los pantalones. Es posible desviar un planet killer... siempre y cuando no apareza mañana o este mes o este año y siempre y cuando los políticos gringos decidan darle recursos a la NASA para desarrollar la tecnología.

La noticia científica, ;)
La probabilidad de que un asteroide nos mate es pequeña. No tanto para ser desdeñable, pero no es algo que pasará mañana. Puede decirse con casi absoluta certeza que lo más seguro es que antes muramos todos a causa del crimen, el cáncer, la diabetes y linduras menos impresionantes.
Según explican en el artículo en que me basé para este post (en esta parte), las rocotas ésas tienen que pasar por un punto en el espacio muuuuy pequeño para ser atraídas por la gravedad de la tierra. Por eso, aunque son muchos, es difícil que mañana el encabezado del periódico sea ¡ACHICHARRADOS!; también por eso es fácil desviarlos, no se requiere mandar a Liv Tyler a poner bombas atómicas al espacio.
Pero, citando al mismo artículo, está bien que sea tan improbable como morir en un avión; lo malo es que todos compramos boleto para el mismo viaje.

Así que si quieres emoción, olvida el final de temporada de Desperate Housewives, añade este enlace a tus favoritos y disfruta del pinball espacial donde el premio es seguir comiendo y trabajando y cogiendo y viendo la tele y así y el castigo es volver a ser polvo de estrellas.

No olvides calificar este artículo, plis

viernes, 27 de junio de 2008

Canonicemos a los pendejos

Uno de los problemas de la democracia es que vuelve políticamente incorrectas las comparaciones. Se supone que todos somos iguales, así que cualquier insinuación al contrario te convierte en un mamón elitista.

No me importa. Hay niveles.

Nada tan entretenido como escuchar la forma en que narran los partidos de futbol en la tele abierta últimamente. A los narradores les encanta usar términos como "peso específico", "escenarios", "estrategias a priori (¡¡sic!!)"; aunque la mejor frase que escuché (¿cuántas me habré perdido?), digna de transmitirse al espacio para mantener a los pobrecitos extraterrestres alejados de esta trampa, es:

"Quedan pocos minutos de juego, pero ya es cosa sabida que el tiempo es relativo y por lo tanto puede pasar cualquier cosa"

Jojojo. Claro, y como la energía y la masa son equivalentes el resultado de un juego es directamente proporcional a la cantidad de tamales que desayunan los jugadores. Denme tortas de tamal y les daré el campeonato del mundo.

A estas alturas supongo que sería mejor para todos, ya que andamos quedándonos sólo con retrasados en los comentarios del partido (excepto Aguirre, que no es retrasado pero sí nomames de aburrido y anticlimático y lleno de datos tipo y-me-importa-por...), que de una vez le den el micrófono a Galilea Montijo, Andrea Legarreta, Alan Tatcher, Adal Ramones y Jordi Rosado, al menos aumentaría el humor involuntario.

Porque lo que son los narradores dándoselas de literarios y cultos, nomás dan pena. La idea de hablar elegantemente del futbol la sacaron de las crónicas europeas, propensas al uso de figuras retóricas y a exaltar el lado épico del deporte. Un ejemplo, sobre el juego Alemania-Turquía de la Eurocopa:

It was always going to take something special to eliminate Turkey, like one of those movie monsters that can be killed only by a stake through the heart, or a silver bullet. It was going to need a savage plot twist, perhaps, or a ruthless hero, coldly determined to meet his destiny for the cause. Somehow, because this is what they do in big football tournaments, the Germans found such a man, and such a narrative, at St Jakob-Park last night. [...]

(O sea: Siempre iba a hacer falta algo especial para eliminar a Turquía, como a uno de esos monstruos de las películas que sólo pueden ser asesinados por una estaca en el corazón o una bala de plata. Se requería un salvaje giro en la trama, quizá; o un héroe despiadado, fríamente determinado a enfrentarse a su destino por la causa. De alguna manera, porque es lo que hacen en grandes torneos de futbol, los alemanes hallaron tal hombre, y tal narrativa, la noche de ayer en St. Jakob-Park.)


Ahí encaja la comparación. Sobre el futbol pueden construirse cualquier cantidad de interpretaciones geniales, incluso literarias; pero no se logran nomás echándole ganas. De a chicle y pega no pasa más que esto:
la repetición absurda de idioteces con la esperanza de, algún día, dar en el clavo.

"Es rete mala la situación de España en lo futbolísticamente hablando, hermano. A veces pienso que tienen una enfermedad mala mala, así como nada amable y nada buena onda, así como mala... ¡ya sé, hoy en la transmisión diré que España tiene malaria! Eso tiene que gustarle a la jefa, ¿a poco no?" Por eso hoy los de Azteca se la pasaron diciendo que España le tenía que ganar a Alemania "para salir de la malaria".

Este post es efectivamente muy mamón y digno de lo que Plaqueta llamaría la actitud "es que es otra cultura goeei" y siempre será ocioso (y un signo insufrible de, omm, insufribilidad) comparar a los europeos con nosotros; pero tengo por lo menos un ejemplo palpable y redivertido de choque cultural. Cuando los televisos llevaron a la inauguración del mundial de 2006 a Juan Villoro, podía verse convivir en el mismo encuadre a las formas europea y mexicana de contar el futbol. El resultado fue un festín de humor involuntario, lleno de momentos maravillosos tipo:

-Villoro: es que el espíritu alemán se ha distinguido siempre por su magnificencia, ya Goethe o Beckenbauer o bsbsbsbs.....
-Televiso: ommm... sí. ¡Pero qué bonitas lucecitas prenden las alemanas en el centro de la cancha!

-Villoro: Cuando Pelé casi anotó ese gol fue uno de los más altos momentos del futbol, el Azteca se cimbró como asasasas...
-Televiso: ommm... sí. Ahora vamos con el compayito, que está con las güeras chichonas que vinieron a ver a Brasil.

Aaay.
Todo eso me recuerda mi más caro sueño: un programa de televisión donde Vicente Fox entreviste a personajes-relevantes-de-la-cultura-nacional-e-internacional. El invitado sería sorpresa y el expresidente improvisaría las preguntas.

Al final de las transmisiones de la Eurocopa, como al final de las conferencias de Fox y al final de cualquier día, los comparadores maniáticos siempre podremos reírnos. Yo, en mi pontificar insufrible, acabo por disfrutar mucho los contrastes mamones entre lo culto y lo pseudoculto.
Si te las das de genio, si te quieres ver bien acá apantallando al respetable con tu sapienticidad... gracias, me has hecho el día. Me has dado un post. Me has dado una razón para vivir.

La próxima vez que estés deprimido, no mires hacia adelante. Mira hacia atrás, quizá ver a tanto pendejo amontonado te reconforte: después de todo, en la escala evolutiva que va del ser humano al zombie, ya llevas avanzado un trecho.

BTW:
Le puse estrellitas mide calidat a los posts, porfis no sean así y califiquen cada uno, este su blog de confianza está interesado en el feedback y está dispuesto a darle al respetable lo que le gusta. ¡Gracias, vales mil, nunca cambies!

viernes, 6 de junio de 2008

Historia de una pifia

1
Entre los temas irrelevantes de plática de esa mañana estuvo que un mexicano ganó en Cannes con la pinche historia mamila del letrero y el publicista. Alguien dijo que los franceses premian cualquier cosa y yo recordé que Roger Ebert dijo en alguna de sus reseñas que en Cannes ganaría hasta un director ciego.
Después del clásico y nunca ejecutado "mandemos un corto ora sí" cada quien regresó a vegetar a su pedacito de universo. En algún momento entre el café, la galleta y los titulares de la mañana pensé que después de todo si ese menso ganó, y con esa historia, quizá sea ya el momento de grabar. Pero qué hueva y lo mío lo mío son los videoclips. Más café, adios a la galleta, hola estupor académico. Mañana, tarde, noche...

2
Dicen en el portal de algún periódico, posiblemente el Reforma, que la historia del corto no fue original. Worales con su investigación periodística, al rato van a descubrir que La Sirenita era un cuento antes que una película. ¡El Premio Nacional de Periodismo, qué bárbaros!

3
No hay alarma que me levante, siempre acabo por convertir su tonadita en suave rumor dentro de sueños que incluyen agua o viento o vuelo. Lo único que puede conmigo es el timer de la tele, con Loret de Mola incluido; el noticiero es maravilloso despertador porque entre los bsbsbsbs y blablabla que te llegan de aquel lado del sueño se cuelan suficientes pendejadas como para que pongas atención y abras los ojos. Esa mañana algo así como "y entonces pido disculpas a mi auditorio por pasarme con el chavo del corto.... bsbsbsbsbs .... ¿entonces no va a demandar, señor don autor del corto español? Hombre, que esa historia es de lo más conocido... bsbsbsbs.... O, ts es que a mi amá le llegó el mail desde hace como tres años y ta re lindo, uno se reteinspira harto.... bsbsbsbs.... nos han escrito muchos publicistas para decirnos que esa fábula es muy conocida en el medio, Ogilvy la menciona en su libro publicado en los ochenta... bsbsbsbs... que no era en Cannes lo que se dice Cannes sino en un festival que algo así como la escuela primaria urbana federal Jean Jacques Rousseau organiza al mismo tiempo para llamar la atención... bsbsbsbsbs..." zzzzzzzzzzzzz
¿Eh? ¿Que ya son las qué!
...

4
Tres pinches días para darse cuenta de que, duh, la fabulita (tierna pero oh so chafa) era conocida ampliamente por todo un gremio. Tres días tres para que los periodistas, que se supone estudian junto a los publicistas y trabajan más o menos cerca de ellos, se enteraran de la pendejada que hacían. Los publicistas lo tomaron con sentido del humor, nada como ver a los taraditos de la tele boxear con su sombra. Tómenla por andar dando vuela a noticias irrelevantes, me voy al New York Times, ¡se quedan en su trampa, zoquetes!

5
Casi sin querer fui testigo de cómo se da vuelo a una mentira sin que alguien haga algo hasta tres días después y usted disculpe. Pues por mí chido, pero ¿cómo hacerle para volver a confiar en ustedes? Si no pueden caminar la larga distancia que separa la redacción de la oficina de publicidad, ¿cómo creerles que en una nota, cualquiera, que requiere más que preguntar a los del piso de arriba, van a tener información certera?

6
zzzzzzzz... "bsbsbsbs.... no, el narco no nunca no.... bsbsbsbsbs.... pero a quién le creemos... bsbsbsbs.... pero los muertos.... bsbsbsbsbs.... es que vamos ganando, aunque no lo parezca.... bsbsbsbsbs" ...zzzzzzzzzzzzz

7
En algún lugar de la Sierra de Sinaloa alguien, divertido, grita: ¡se quedan en su trampa, zoquetes!

domingo, 18 de mayo de 2008

Rudos contra rudos

La constante rebeldía de TV Azteca contra las decisiones de las autoridades mexicanas exhibe de forma especialmente transparente los problemas conyugales entre los medios de comunicación y el Estado. En el debate alrededor de las acciones de la televisora pueden ubicarse dos límites, que por serlo son correctos e irreconciliables.

Desde un extremo se condena a TV Azteca porque tras su desafío a las autoridades en turno es evidente el desprecio por el bien público y por las instituciones democráticas. Sigue siendo ejemplar el reto que lanzó Salinas Pliego al gobierno mexicano tras el asesinato de Francisco Stanley: ¿para qué queremos elecciones, para qué queremos autoridades?, dijo entonces el dueño de la televisora que, desde la posición de poder que le da ser dueño de dos canales de televisión nacionales, confunde sus juicios personales con lo que es correcto para todo el país. Es poco probable que Salinas Pliego estuviera incitando a la revuelta, como dijeron los más espantados articulistas de entonces, lo más seguro es que simplemente asumiera tener toda la razón. Como López Obrador, por ejemplo. Ahora que está de moda construir analogías a partir de un solo rasgo personal podría colocarse en el mismo saco al paladín de la izquierda callejera y al adalid del capitalismo sin valores: YO tengo razón y si sus instituciones “democráticas” no me la dan me arrogo el derecho de entrecomillarlas y mandarlas al diablo.

En otro polo del debate se destaca que la lógica de Salinas Pliego es simplemente irreprochable. TV Azteca es una empresa y como tal su única responsabilidad está ante los accionistas, su único objetivo es obtener ganancias. Argumentos como los de Granados Chapa, que reclama poner la lógica comercial antes del bien común, Salinas Pliego puede con toda razón desdeñarlos: ¿cuándo dijo él que iba a dedicarse al bien de México? La responsabilidad social empresarial, como dijo el mismo dueño de TV Azteca en una entrevista, no es un must sino un maybe. Por eso si las instancias judiciales le permiten enfrentarse a las decisiones del congreso, mal haría en no hacerlo: la razón de ser de una empresa es obtener beneficios privados, no públicos.

Ahora que se habla de promover una tercera cadena de televisión sería importante tomar en cuenta que si todo el debate se centra tan solo en la relación entre los medios y las autoridades nunca se llegará a ningún lado porque como tanto los dueños de los medios como sus críticos hablan de dos cosas completamente distintas, los dos tienen razón. El verdadero quid del asunto está en la discusión más amplia alrededor del conflicto entre intereses privados e intereses públicos. La única pregunta capaz de guiar un debate sobre el tema debe enunciarse sin eufemismos: ¿cuál debe prevalecer? Por lo pronto la situación es de suma cero: lo que gane uno lo perderá el otro, así que una negociación amistosa no es un escenario posible, no porque alguien vaya a perderlo todo sino porque nadie gana algo que no arrebate al contrario. Entonces, en el enfrentamiento entre dueños de medios y políticos o, en este caso, entre el IFE y TV Azteca, alguien saldrá con más poder y alguien con menos. Se aceptan apuestas: ¿las instituciones democráticas o los empresarios mediáticos?

Claro que hay que recordar que al enmarcar la discusión de esa forma también se parte de un supuesto más profundo: que los intereses privados no coinciden con el interés público y que las instituciones democráticas sí lo hacen. Es imposible dejar de lado los cuestionamientos contra la reforma electoral que TV Azteca no se cansa de atacar: ¿de verdad el IFE y el Congreso trabajan por el bien de los mexicanos, o también sirven a ciertos intereses privados?

Si TV Azteca tiene razón, la lucha en los tribunales se da entre dos grupos de interés particulares: dueños de medios contra dueños de partidos. Si el interés de alguno de esos sujetos coincide con el de los ciudadanos, puede que ganes cuando acabe el juicio. Si no, puedes elegir entre ser espectador de un divertido pleito de cantina o buscar ganar espacios para ser tomado en cuenta en la toma de decisiones políticas. Lo primero es más fácil y mucho más entretenido. Ya tengo palomitas: le voy a los rudos.